Turismo gastronómico en el sur de Jalisco: sabores con tradición
En cada platillo típico del sur de Jalisco se esconden historias, tradiciones y recetas que han pasado de generación en generación. La comida no solo alimenta: conecta con la tierra, la cultura y la gente. Quienes visitan esta región no solo buscan paisajes y tranquilidad, sino también una experiencia culinaria auténtica que solo se vive en pueblos con fuerte arraigo cultural.
Sayula: dulce tradición en cajitas de madera
Sayula es famosa por su cajeta envinada, elaborada con leche de cabra y cocinada lentamente hasta lograr una textura suave y un sabor profundo. La presentación en cajitas de madera no solo conserva el producto, también es un símbolo artesanal que representa el orgullo local.
Otros productos destacados:
- Ate de guayaba.
- Pan de pulque.
- Palanquetas de cacahuate.
Tapalpa y su cocina de montaña
Entre niebla y bosque, Tapalpa ofrece una gastronomía cálida y rústica. Platillos hechos en horno de leña, salsas molcajeteadas y guisos de cazuela son el pan de cada día.
Lo imperdible:
- Borrego al pastor estilo Tapalpa.
- Pan de horno de piedra con nata.
- Licores caseros de frutas como membrillo o zarzamora.
Mazamitla: sabores serranos que reconfortan
En Mazamitla se mezclan las recetas rurales con ingredientes frescos de la sierra. Las fondas del pueblo y los restaurantes en cabañas ofrecen platos que llenan el alma, perfectos para el clima frío de la zona.
Recomendaciones:
- Caldo michi (caldo de pescado con verduras y chile).
- Enchiladas serranas.
- Café de olla con piloncillo y canela.
Otros pueblos con sazón propio
- Tamazula de Gordiano: conocido por sus carnitas estilo de olla y sus aguas frescas de frutas regionales.
- Zapotiltic: sorprende con tamales de elote y guisos caseros durante sus ferias tradicionales.
- Tuxpan: cuna de antojitos como sopes, quesadillas de comal y tacos dorados, siempre acompañados de su salsa tatemada.
Turismo gastronómico también es comprar local
Además de comer en fondas o restaurantes, muchas experiencias culinarias se completan al visitar mercados, tianguis y talleres artesanales. Comprar cajeta, conservas, licores o pan tradicional es una forma de llevarse a casa un pedacito de historia y sabor.
El sur de esta región de Jalisco es mucho más que paisajes montañosos y calles empedradas: es un recorrido sensorial que empieza en el paladar. Cada pueblo tiene una receta, una historia y un sabor que vale la pena descubrir. Si eres amante de la cocina tradicional, el viaje también se hace con el gusto.
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